viernes, 11 de diciembre de 2009

Climagate: cuando las RR.PP. se derrumban

En numerosas oportunidades una organización que enfrenta algún tipo de crisis, no sólo debe enfocarse en el conflicto central, sino también, afrontar el dilema de cómo gestionar dicho escenario. Preguntas del tipo hablamos con los medios o mejor no respondemos y tomamos una actitud proactiva o esperamos a que se aquieten las aguas comienzan a correr entre los especialistas de las Relaciones Públicas, quienes deben tomar una postura estratégica y lograr resolver el conflicto de la forma más beneficiosa para todos, pero sobre todo para la institución de la que forman parte.

Recientemente, tomó estado público un nuevo caso que impacta negativamente sobre la legitimidad de la CRU (Climatic Research Unit), luego de la aparición de una serie e-mails que probarían la manipulación de datos con respecto al cambio climático y sus consecuencias. De esta forma, la transparencia de investigadores y organizaciones como la ONU y University of East Anglia se vieron perjudicadas.


Científicos a favor de la teoría que sostiene que el cambio climático es producido por el hombre y voces en contra comenzaron a aparecer desde diversos puntos del planeta, colaborando así con la deslegitimación de una causa, por lo menos hasta ahora, seria para la supervivencia de la tierra.

Este escenario representa una catástrofe para las Relaciones Públicas de la mencionada Universidad, ya que toda su tarea educativa se ve puesta en tela de juicio. Asimismo, el hermetismo y silencio que mantiene la entidad, junto a la desorientación de los medios británicos, que ven a sus tradicionales estructuras de pensamiento colapsar, crean un vacío informativo que no es bueno para nadie.

Luego de dos semanas, la Universidad tomó su primera medida y comunicó que Phil Jones, director de CRU había presentado su renuncia. Por otro lado no se tomó una postura proactiva tratando de neutralizar los posibles ataques. Sólo se esperó a que todo se calmase.

A pesar de que reconocidos científicos presentaron datos similares, respecto a la temperatura mundial, a los de las investigaciones realizadas por la CRU, es fundamental resaltar la importancia que hoy en día tienen los medios y la audiencia en general. Ya no basta con que los científicos tiendan lazos comunicativos entre ellos, es imprescindible que los vínculos con el resto de la humanidad sean más estrechos y directos, permitiendo así un acceso igualitario a los análisis, en este caso, ambientales.

Este caso demuestra, como en la actualidad, la comunicación con los públicos es la base de la legitimación que todo proyecto requiere. Por ello trabajar en planes de Relaciones Públicas que diagramen los programas a seguir así como también planteen estrategias de contingencia en caso de crisis, es la premisa básica de toda institución.

Hoy fue el turno de una unidad de investigación de una Universidad, mañana puede ser un organismo internacional, un grupo empresario o hasta el mismo gobierno. Las crisis comunicacionales no distinguen instituciones, sólo aparecen, y se debe estar preparado para gestionarla eficientemente para que la imagen y reputación no se vean afectadas.